domingo, agosto 07, 2011

Siempre hay luz al final del tunel


Los emprendedores muchas veces tienen momentos de soledad, presión y desasosiego.
Hay días en que, al extremo del cansancio, no logran siquiera recitar una oración..

Me viene a la mente una historia, la del viejo Jim. Cada día, a las 12hs, Jim entraba a la Iglesia por no más de dos minutos y luego salía. El sacristán, que era muy curioso, un día detuvo a Jim y le preguntó:
— ¿A qué vienes cada día?
— Vengo a orar
— ¡Imposible! ¿Qué oración puedes decir en dos minutos?
— Soy un viejo ignorante, oro a Dios a mi manera.
— Pero ¿qué dices?
— Digo: Jesús, aquí estoy, soy Jim. Y me voy.

Pasaron los años. Jim, cada vez más viejo, enfermo, ingresó al hospital, en la sección de los pobres. Cuando parecía que Jim iba a morir, el sacerdote y la religiosa enfermera estaban cerca de su lecho.

— Jim, dinos ¿por qué desde que tú entraste a esta sección todo ha mejorado y la gente se ha puesto más contenta, feliz y amigable?
— No lo sé. Cuando puedo caminar, voy por todas partes visitando a todos, los saludo, les hablo un poco; cuando estoy en cama llamo a todos, los hago reír y hago felices a todos. Con Jim están siempre felices.
— Y tú, ¿por qué eres feliz?
— Ustedes, cuando reciben a diario una visita, ¿no son felices?
— Claro. Pero ¿quién viene a visitarte? porque nunca hemos visto a nadie.
— Cuando entré a esta sección les pedí dos sillas: una para ustedes, y otra reservada para mi huésped, ¿no ven?
— ¿Quién es tu huésped?
— Es Jesús. Antes iba a la Iglesia a visitarlo ahora ya no puedo hacerlo; entonces, a las 12hs, Jesús viene a verme.
— Y, ¿ qué te dice Jesús?
— Dice: ¡Jim, aquí estoy, soy Jesús!...

Antes de morir lo vimos sonreír y hacer un gesto con su mano hacia la silla cercana a su cama, invitando a alguien a sentarse... sonrió de nuevo y cerró los ojos.

Cuando les falten las fuerzas y no logren ni siquiera recitar una oración, no bajen los brazos y repitan: «Jesús, aquí estoy, soy yo».

Buena semana....

2 comentarios:

Olga Victoria Rodríguez Manasse dijo...

Qué bonito relato, perfecto para esos días difíciles!

Al dijo...

Encontrar en dónde apoyarse ayuda de sobremanera a pasar tiempos o momentos difíciles, sin duda alguna!