miércoles, julio 08, 2009

Uno para todos y todos para uno…Crowdsourcing


Esta palabra es la unión de dos conceptos: por un lado “crowd” (multitud), y por el otro, “sourcing” (que alude a la obtención de información. Fue dado a la luz hace menos de tres años por Jeff How y Mark Robinson, editores de la archiconocida revista de tecnología Wired.

El término se relaciona con darles a las multitudes de navegantes de Internet, la posibilidad de trabajar en conjunto buscando soluciones concretas a problemas reales. Es un fenómeno claramente asociado a la web 2.0, esa misma red que amplía los horizontes de los cibernautas haciéndoles partícipes de las principales revoluciones y cambios digitales gracias a la capacidad de ser ellos mismos quienes generen los contenidos. Fue justamente Jeff Howe quién creó un sitio llamado crowdsourcing.com, una especie de observatorio en forma de blog que aglutina los proyectos más diversos basados en esa práctica.

La idea es muy simple: si sabes de algo en particular, entonces puedes opinar.

Con el nacimiento de este concepto, o en paralelo a ello, se fueron generando sitios que llamaban a la nueva savia, muchas veces trabajadores de medio tiempo, desempleados, o simplemente personas con espíritu emprendedor, para que resolvieran dilemas de terceros. A cambio se ofrecían recompensas a las soluciones prácticas. Wikipedia es un caso de crowdsourcing, porque se nutre de los conocimientos de una multitud de personas, pero no es la mejor manera de trabajar para un desempleado ya que no le garantiza ingresos fijos, sino que es un intensivo trabajo a comisión.

Constituye sin lugar a dudas una manera de hacer negocios no lejos de polémicas. Uno de los centros más renombrados de crowdsourcing en el ámbito científico es InnoCentive.com. En él se publican las problemáticas de prestigiosas empresas como Boeing, DuPont o Procter & Gamble y hasta centros educativos universitarios (como podría ser el caso del MIT) la usa para el desarrollo y la prueba de nuevos programas y robots. Por cada nueva solución se ofrece un premio que oscila entre los u$s 5.000 y los u$s 100.000. Cifras nada despreciables, pero que son montos claramente menores a los que se podrían gastar en investigación y desarrollo propio, o en puestos de trabajo garantizados a personal estable.

Un caso resonado fue el de Colgate-Palmolive. Ellos querían traspasar fluoruro sódico a un tubo de pasta dental sin que este compuesto químico se disolviera en la atmósfera perdiendo sus cualidades. Este problema había sido una incómoda piedra en el zapato del departamento de investigación y desarrollo de la empresa hasta que un científico externo resolvió el problema. Literalmente sin moverse de su escritorio, éste recibió u$s 250.000 por dicha solición. Este hecho fue considerado por algunos como una nueva manera de bajar los costos a expensas de los trabajadores, produciendo cesantía igual que en el caso del outsourcing.

Pero más allá de la polémica este nuevo enfoque de hacer negocios o de apoyar a los ya existentes, es un hecho real que está entre nosotros. Cada vez son más las compañías que apuestan por soluciones redactadas en la masa anónima que habita la red. En nuestras economías estos conceptos están empezando a abrirse camino y nos encontramos en la etapa de perder los temores, los que estadísticamente, en materia de tecnología y dada la penetración de la red, son parte de un proceso cada vez más rápido. Una buena advertencia, para no quedarse afuera y empezar a utilizar estos espacios colaborativos. Les dejo un video donde el propio Jeff cuenta más al respecto.



Para los más curiosos algunas de estas direcciones pueden resultarles de utilidad:

http://www.portucuenta.com/
http://www.sugiere.net/
http://www.yet2.com/app/about/home
http://www.yourencore.com/about-yourencore/

Y el artículo original lo puedes leer en http://www.wired.com/wired/archive/14.06/crowds.html

2 comentarios:

Cartoncita Rosa dijo...

Muy interesante...

Saludos!

Anónimo dijo...

muuuuuuy bueno. sigo esperando el post biografico de Michael Dell en el blog!