viernes, noviembre 14, 2008

¿Quién dobló hoy tu paracaídas?

Como emprendedores atentos a los desafíos que el mundo empresarial nos pone delante muchas veces perdemos de vista lo que es importante y las personas que nos salvan (o nos ayudan) en el momento oportuno sin que se muchas de las veces se lo pidamos.

Esta es la historia de Carlos, que fue piloto de un bombardero durante la guerra de Malvinas.



Después de muchas misiones de combate, su avión fue derribado por un misil enemigo.
Carlos se lanzó en paracaídas y fue capturado por un buque de guerra inglés. A su regreso a Argentina, daba conferencias relatando su odisea, y lo que aprendió durante la experiencia de la guerra y de su cautiverio como prisionero.

Un día estaba en un restaurante y un hombre se le acercó y le dijo: "…Hola, usted es Carlos, era piloto en Malvinas y lo derribaron verdad?.."
"…Y usted, ¿cómo sabe eso?...", le preguntó Carlos.
"…Porque yo doblaba su paracaídas. Parece que le funcionó bien, ¿verdad?..."

Carlos casi se ahogó de la sorpresa y con mucha gratitud le respondió: "…Claro que funcionó, si no hubiera funcionado, hoy yo no estaría aquí…."

Estando solo Carlos no pudo dormir esa noche, meditando: “Se preguntaba cuántas veces vi en la base a ese hombre y nunca le dije buenos días, yo era un arrogante piloto y él era un humilde marinero…..". Pensó también en las horas que ese marinero paso en las entrañas del hangar enrollando los hilos de seda de cada paracaídas, teniendo en sus manos la vida de alguien que no conocía. Ahora, Carlos comienza sus conferencias preguntándole a su audiencia: "…¿Quién dobló hoy tu paracaídas?..."

Todos tenemos a alguien cuyo trabajo es importante para que nosotros podamos salir adelante. Uno necesita muchos paracaídas en el día: uno físico, uno emocional, uno mental y hasta uno espiritual. Hoy, esta semana, este año, cada día, trata de darte cuenta quién dobla tu paracaídas, y agradécelo. Aunque no tengas nada importante que decir, envíale este mensaje a quien o a quienes alguna vez lo hicieron.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente post, me resulto una historia super inspiradora y motivante. Es verdad, uno depende del esfuerzo de mucha gente en su día a día para que pueda cumplir con su trabajo, sus sueños. Gracias por compartirla.

bruno grandi dijo...

De acuerdo con Martín. Quiero agregar que la mayoría de las grandes invenciones tienen en común que estas dejan por un lado un beneficio privado, personal y por otro un beneficio de caracter público, a la sociedad. Este artículo cristaliza esta idea. Lo que se hace con esfuerzo y creatividad aumenta las chances de lograr el bienestar.

Moraleja:
Agradecer y NO temer a tirarse.

Alejandro (Alex) Contreras dijo...

Agrego dos comments. Sumando a Bruno: es interesante ver como las ideas motoras que nos traccionan, muchas veces (todas?) tienen que ver con motivaciones mas grandes que nuestras propias necesidades o beneficios. Claro, en el camino, estos inevitablemente llegan. Interesante enseñanza, en nuestra jornada somos producto de muchas más cosas, personas y relaciones de las que pensamos.
Agregando a Martin: Esta historia tiene es un ejemplo de motivación, pero también es un caso de “Impartición” (repartir, comunicar,dar), Dar lo que es de uno. Ambas son necesarias, y se complementa, pero mientras la Motivación tiende a “disponer el animo de otro (o el nuestro) para que se actúe de tal o cual manera”, la Impartición, como en este caso es dar al otro algo. Todos motivamos e impartimos pero a la vez somos producto de ambas.

spo dijo...

Estimados,

Gracias por dejar sus comentarios porque nos hacen reflexionar tanto como la misma historia posteada.
Saludos

Anónimo dijo...

Sergio,
que bueno este post!
Abrazo grande
rodo

Anónimo dijo...

Esta es la segunda vez que entro en tu blog y ahora me decido a dejar un comentario.
Motivadora la historia te impulsa a creer y a confiar en lo que podemos dar y agradecer lo que recibimos.
Saludos desde Chile.
^^NINAZUL^^

spo dijo...

Gracias Rodo y Ninazul por los comentarios!!!!!

Ana Lepri dijo...

Gracias Sergio por compartir tantas experiencias motivadoras en tu blog.
Es un incentivo permanente al aprendizaje y al reconocimiento de las personas que nos brindan la posibilidad de aprender, crecer y cambiar. Gracias por todos tus aportes y enseñanzas.
y por la generosidad en el sumar con todos...!
un cariño, un abrazo.

Anónimo dijo...

Lastima que la historia sea plagio. No existe Carlos de Malvinas, la historia corresponde al Capitan Charles Plumb durante la guerra de Vietnam, extracto del libro INSIGHTS INTO EXCELLENCE.