miércoles, agosto 20, 2008
Los Problemas del Crecimiento
En un mundo cada vez más competitivo, las nuevas empresas se enfrentan al simple desafío de sobrevivir. La paradoja es que el único camino a la supervivencia es generalmente el crecimiento. Al igual que un adolescente, que toma conciencia de las transformaciones de su cuerpo, una firma deberá conocer cuáles son sus fortalezas y debilidades para operar en el nuevo entorno.
Casi de manera imperceptible, debe mejorar sus productos, aumentar la capacidad de producción, mejorar su imagen pública. Es comparable a la situación de un equipo deportivo que, luego de ganar un título en una categoría inferior, debe competir en una división de alta performance. La alegría del triunfo se acaba y comienzan los desafíos.
Los problemas más frecuentes son “los cuellos de botella” en las operaciones administrativas organizadas para un menor número de transacciones, los saltos importantes en la escala de producción, los cambios en la logística de distribución de productos, el manejo de mayor volúmenes de compra de materias primas y las modificaciones en la capacidad de almacenamiento. Además, existen otros factores de peso como la habilidad competitiva del equipo directivo, quien no debería ser fusible del cambio sino factor. El despliegue de nuevas estrategias y los problemas del financiamiento también son importantes.
Como los adolescentes, las empresas deben recorrer el difícil camino del crecimiento siendo artífice de su propio destino….aunque esto duela.
Etiquetas:
Crecimiento,
Emprender
viernes, agosto 15, 2008
Alpargatas para el mundo......
Durante el mes de enero del 2006, el norteamericano Blake Mycoskie vino a la Argentina con el objetivo de mejorar sus habilidades como polista y, en pleno campo, descubrió que existían las alpargatas. Quedó cautivado por la comodidad y la sencillez del “calzado gaucho” y se le ocurrió fabricarlas con materiales más sofisticados, incorporarles diseño y darles un fin solidario sin descuidar el negocio: por cada par que vendiese donaría otro para chicos de bajos recursos. Alejo Nitti, su profesor de polo y testigo directo del proceso, se entusiasmó con la idea aceptó ser su socio y en pocos meses lanzaron la marca Toms, Shoes For Tomorrow.
Con suela de caucho natural, plantillas de cuero y diseños divertidos y novedosos, las Toms, que se fabrican aquí y en China, se convirtieron enseguida en una alternativa de moda, aunque sólo para muy entendidos, y no de la Argentina, sino del extranjero. A la comodidad propia de este calzado había que sumarle diseño, de lo cual se encarga Mycoskie, que de repente se descubrió diseñador: trabaja con colores alegres y géneros frescos en el verano, y con cueros, corderoy y pana en el invierno.
Que algunos famosos, como las actrices Scarlett Johansson y Keira Knightley o el actor británico Ewan McGregor se hayan declarado fanáticos de las Toms contribuyó al éxito. Y estimuló el costado humanitario de algunas celebridades. Johansson, por ejemplo, se niega a que se las regalen y prefiere pagarlas, y McGregor donó en febrero 100 pares en Tanzania, donde colabora con una fundación.
La estrategia es sencilla; se trata de destinar, en forma de donación, toda la venta de los países ricos a los países en vías de desarrollo, y ha dado buenos resultados: durante el primer año vendieron 10.000 Toms y, para repartir los 10.000 pares correspondientes, realizaron una campaña de entrega en distintos puntos del país durante un mes. Primero visitaron el comedor Los Piletones y luego viajaron a Misiones, recorriendo escuelas y comunidades indígenas.
Toms es la primera empresa que dona la misma cantidad de producto que vende. El año último fue aún mejor: las ventas alcanzaron los 60.000 pares: unos 50.000 se donaron en la ciudad sudafricana de Puerto Elizabeth, con la ayuda de una fundación local, y otras 5000 se distribuyeron por escuelas del Gran Buenos Aires. Además, la gente puede ingresar al sitio de la empresa (tomsshoes) para proponer lugares, escuelas rurales, comedores, entre otros. Así, se llevan a cabo tours (Shoe Drops) y se recorre el país donando a los lugares solicitados.
La elección de los lugares depende absolutamente de la necesitad de calzado por sobre cualquier otra variable. Toms valora más realizar 400km para regalar cien pares a chicos muy necesitados, que repartir la misma cantidad en lugares de fácil acceso pero sin demanda manifiesta.
Una empresa nacida de una idea sencilla con una combinación de visión comercial muy particular que muestra que es posible tener un negocio exitoso cuyo espíritu está centrado en la responsabilidad social, en la calidad y el diseño.
Con suela de caucho natural, plantillas de cuero y diseños divertidos y novedosos, las Toms, que se fabrican aquí y en China, se convirtieron enseguida en una alternativa de moda, aunque sólo para muy entendidos, y no de la Argentina, sino del extranjero. A la comodidad propia de este calzado había que sumarle diseño, de lo cual se encarga Mycoskie, que de repente se descubrió diseñador: trabaja con colores alegres y géneros frescos en el verano, y con cueros, corderoy y pana en el invierno.
Que algunos famosos, como las actrices Scarlett Johansson y Keira Knightley o el actor británico Ewan McGregor se hayan declarado fanáticos de las Toms contribuyó al éxito. Y estimuló el costado humanitario de algunas celebridades. Johansson, por ejemplo, se niega a que se las regalen y prefiere pagarlas, y McGregor donó en febrero 100 pares en Tanzania, donde colabora con una fundación.
La estrategia es sencilla; se trata de destinar, en forma de donación, toda la venta de los países ricos a los países en vías de desarrollo, y ha dado buenos resultados: durante el primer año vendieron 10.000 Toms y, para repartir los 10.000 pares correspondientes, realizaron una campaña de entrega en distintos puntos del país durante un mes. Primero visitaron el comedor Los Piletones y luego viajaron a Misiones, recorriendo escuelas y comunidades indígenas.
Toms es la primera empresa que dona la misma cantidad de producto que vende. El año último fue aún mejor: las ventas alcanzaron los 60.000 pares: unos 50.000 se donaron en la ciudad sudafricana de Puerto Elizabeth, con la ayuda de una fundación local, y otras 5000 se distribuyeron por escuelas del Gran Buenos Aires. Además, la gente puede ingresar al sitio de la empresa (tomsshoes) para proponer lugares, escuelas rurales, comedores, entre otros. Así, se llevan a cabo tours (Shoe Drops) y se recorre el país donando a los lugares solicitados.
La elección de los lugares depende absolutamente de la necesitad de calzado por sobre cualquier otra variable. Toms valora más realizar 400km para regalar cien pares a chicos muy necesitados, que repartir la misma cantidad en lugares de fácil acceso pero sin demanda manifiesta.
Una empresa nacida de una idea sencilla con una combinación de visión comercial muy particular que muestra que es posible tener un negocio exitoso cuyo espíritu está centrado en la responsabilidad social, en la calidad y el diseño.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)